En noviembre de 1987, el Departamento de Estado norteamericano anunció que enviaría de vuelta a Cuba a los detenidos cubanos, que se concentraban en su mayoría en dos prisiones en Louisiana y Atlanta. La noticia de la inminente deportación se extendió rápidamente entre la población cubana de las prisiones, lo que desencadenó uno de los motines carcelarios más largos de la historia estadounidense. A medida que los disturbios se extendieron desde la penitenciaría de Oakdale en Louisiana a la...