En la provincia de Barcelona, la localidad de Moiá en el Vallés Oriental cuenta con un ecosistema privilegiado para la becada. Sus frondosos bosques ofrecen el cobijo y alimento necesarios para esta especie que nos visita a primeros de octubre huyendo de los fríos del norte de Europa.Dos buenos aficionados acompañados de sus perros salen todas las temporadas tras las becadas, ofreciéndonos media docena de lances que harán las delicias de los amantes de esta exclusiva modalidad.